La historia del arte no podría haberse escrito sin la intervención de artistas innovadores y / o transgresores que se atrevieron a desafiar las corrientes estéticas, su época e, incluso, hasta su propio estilo. Cada desafío pictórico y conceptual trajo nuevos planteamientos para crear obras emblemáticas y, así, romper esquemas.
1. La Mona Lisa de Leonardo da Vinci

Conocida también como La Gioconda, esta obra pictórica hecha en óleo por uno de los más grandes maestros del arte renacentista, Leonardo da Vinci, entre 1503 y 1519, ha causado más polémica con el paso del tiempo que en su propia época. El rostro es el de Lisa Gherardini, esposa de Francesco del Giocondo, pareja de nobles. Sin embargo, lo que parecería ser solo un retrato convencional de la época, ha sido analizado durante muchos años pues se cree que tiene mensajes ocultos. Además, se trata de un cuadro innovador para el Renacimiento, pues Da Vinci lo pintó con una técnica muy nueva para entonces, llamada sfumato, la cual consistía en la eliminación de contornos entre fondo y figura.
La obra está expuesta, permanentemente, en el museo de Louvre en París, y llama la atención de los millones de visitantes que acuden a verla por la misteriosa sonrisa de la Mona Lisa.
2. Cesto con frutas de Caravaggio

Pintada en 1596, ya en pleno Barroco, esta obra fue totalmente revolucionaria. Y sí, quizá es una locura pensar ¿Qué hay de transgresor en un cesto de frutas? La importancia histórica y la controversia de esta pintura es que Caravaggio la realizó por primera vez en Italia. En el resto de Europa ya se hacía, pero él fue el pionero en hacer un bodegón italiano.
Anteriormente, en otros periodos artísticos, las frutas eran representados en las escenas pictóricas solo como ornamentos; por lo que cambiar la perspectiva y poner la fruta como protagonista significó un gran pasó para la composición artística.
El cuadro se encuentra actualmente en la Pinacoteca Ambrosiana de Milán, Italia.
3. Madame X de John Singer Sargent

El retrato Madame X es una obra realizada por el pintor John Singer Sargent que fue objeto de polémica en 1884. La modelo fue la esposa del banquero francés Pierre Gautreau, cuya identidad Singer Sargent prometió mantener en secreto. Sin embargo, cuando la pintura fue expuesta en el Salón de París, todo mundo la reconoció y fue un gran escándalo verla ataviada en un ajustado vestido con escote.
El problema llegó a tal que el pintor tuvo que huir de Londres. La obra actualmente puede verse en el Museo Metropolitano de Arte en Nueva York.
4. La noche estrellada de Vincent van Gogh

Sin duda alguna, Vincent van Gogh fue uno de los artistas más controversiales de la historia del arte, no solo por su caótica personalidad, sino también por su triste destino como artista. En vida, el pintor vendió una sola obra; ya muerto, se ha convertido en uno de los artistas más cotizados de la historia.
La noche estrellada es una de las pinturas más famosas de Van Gogh, estandarte indiscutible del postimpresionismo. El artista la realizó en 1889, mientras se encontraba internado en un sanatorio. En su época nadie comprendía el estilo de la obra. Sin embargo, lo que se ha destacado con el tiempo es la innovación del cielo estrellado de Van Gogh, el cual se asemeja a las fotografías astronómicas de la galaxia, hecho que el artista no pudo haber apreciado en su época.
La pintura puede apreciarse actualmente en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.
5. El beso de Gustav Klimt

Aunque la obra ahora se puede apreciar hasta en camisetas, libretas y cojines, El beso de Gustav Klimt fue toda una revelación en 1908. El cuadro consta de dos figuras humanas, un hombre y una mujer, que están entrelazados cubiertos por mosaicos y patrones dorados y coloridos. El estilo art nouveaucausó sensación. Sin embargo, la polémica giró en torno a si se trataba de un autorretrato del pintor, quien nunca había hecho uno, y si la mujer pudiese ser la diseñadora de moda Emilie Flöge, quien fue su pareja sentimental, y la pintura sería una declaración pública de amor inusual.